Realizado para Julio Bazán, es un edificio cúbico de decoración plana cuyo elemento más ornamental es la crestería de piedra artificial con decoración de acroteras y mascarones que representan un guerrero con yelmo.
También hay que destacar la utilización de la cerámica, dispuesta en grandes paños, como rasgo cromático de gran efecto plástico y que no entorpece la depuración.
En la fachada marítima incorpora una galería liviana, una terraza cubierta abierta al mar.
En definitiva, una lectura del eclecticismo muy moderna en la que lo ornamental se sujeta a la racionalidad constructiva. Ubicación: Paseo Ocharan Mazas (fachada principal)